16 de enero de 2009

Acciones contra la subida de precios del 2009

El pasado día 7 de Enero un grupo de incontroladxs abrió al público las puertas de las paradas de Besòs Mar, Jaume I y Urquinaona de la L4 del metro de Barcelona durante toda la mañana como medio de protesta contra la abusiva subida del precio del transporte "público" para el 2009: por mucho que se camufle ésta mediante fantasmadas como la T-Infantil (que ni siquiera es gratuíta y afecta a un porcentaje mínimo de lxs usuarixs diarios del transporte), TMB y el Ayunta-miento han vuelto a demostrar su verdadera cara y su desconexión total con la realidad social de la ciudad. Se esperan nuevas iniciativas al respecto durante las próximas semanas y meses.

Texto repartido durante la acción:

L'apujada de tarifes que la pagui l’Hereu!

Un cop més, aprofitant el canvi d’any, els polítics han decidit apujar abussivament les tarifes dels transports mal anomenats “públics” incrementant els preus dels bitllets un 4.75% (6.94% en el cas de la tarjeta més utilitzada pels usuaris, la T-10). És per aquest i els següents motius que avui t’obrim les portes i et convidem a NO PAGAR :

· Perquè el transport públic i la lliure circulació a les ciutats són una necessitat, no un luxe ni un privilegi.

· Perquè als principals defensors del transport “públic” no els veuràs mai asseguts al teu costat al metro o l’autobús. Ells viatgen en cotxe oficial finançat per la teva butxaca.

· Perquè el transport a Barcelona és un dels més cars d’Europa, tot i que el poder adquisitiu a l’estat espanyol és 2 o 3 vegades inferior a la mitja europea.

· Perquè amagada sota una màscara democràtica i amable TMB persegueix i utilitza tàctiques repressives pròpies de la Gestapo contra els seus treballadors, alhora que incrementa dia a dia la vigilància i el control de l’usuari. Feliç any nou de 1984!

· Perquè l’Administració tracta d’enganyar-te assegurant que tu només pagues el 40% del cost real de cada bitllet mentres que el 60% restant el paga el Govern… Amb els diners recaptats dels teus impostos.

· Perquè sens dubte els preus dels bitllets podrien ser molt més baixos si no es gastès el pressupost en substituir els torniquets a les estacions per noves màquines, si no es malbaratessin diners instal·lant càmeres i pantalles de televisió innecessàries, si no s’incrementès el ja de per sí abultat nombre de vigilants de “seguretat”, si no és dediquessin milions i milions d’euros a campanyes publicitàries absurdes... Si aquesta no fos la Barcelona del disseny, de l’exclussió, dels polítics aïllats de la realitat i del visc.a la millor botiga del món on no es pot viure a menys que es tingui la butxaca ben plena.

És per tot això que t’animem a reflexionar a l’hora de comprar el bitllet cada dia quan viatgis en metro, tren o autobús. No tinguis por, de maneres de colar-se n’hi ha moltes: saltant, compartint bitllet i passant en fila, obrint les portes... Escull la que et sigui més còmode!

CONTRA ELS PREUS ABUSSIUS DEL TRANSPORT, SALTADA POPULAR!


Además, por si los motivos expuestos fueran pocos, escenas tan alarmantes como la reciente agresión* por parte de 2 revisores de Tram** a una persona con discapacidad psíquica que se negó a enseñar su billete, nos llevan a proseguir animando, con más ganas si cabe, a toda individualidad consciente a no pagar bus, tren, metro, tram, ferrocarril o cualquier otro tipo de los mal llamados transportes "públicos".

Salud, DIY & escupid al alcalde,
Saltada Popular

* http://www.youtube.com/watch?v=Mf4ONUQuy-0
** empresa concesionaria de l'Ajuntament de Barcelona i l'Autoritat del Transport Metropolità en la que TMB tiene capital invertido.

12 de enero de 2009

Propaganda

Texto publicado en el periòdic anarquista gratuït Antisistema del mes de Noviembre.


Recientemente, con motivo de una visita rápida a Barcelona de varios días, tuve la ocasión de viajar libremente de nuevo a bordo de nuestro siempre alienante y surrealista Metro. A excepción de alguna que otra novedad (cómo por ejemplo la nueva y fashion estación de Roquetes, demandada durante más de 30 años a través de la lucha vecinal y presentada hoy en día a modo de regalo para la plebe por parte de nuestro Ajuntament), pude comprobar, aliviada, que todo sigue igual: la persistencia de la vigilancia extrema, la proliferación masiva de segurratas y el aumento exponencial del número de picas. La automatización de todo el sistema en taquillas, túneles y pasillos en detrimento de la presencia humana (el próximo paso es eliminar a lxs conductorxs). Las siniestras megafonías repitiéndose hasta la saciedad en una increíble ofensiva de lxs nuevxs profetas del condicionamiento hipnopédico (cinisme al metro, siusplau!). Las múltiples pantallas de televisión enseñando sin descanso mudas imágenes de la cotidianeidad y la normalidad que dominan los reinos subterráneos de TMB (una sutil manera de advertirnos que estamos permanentemente vigiladxs). Las mismas miradas perdidas, cabezas bajas, tosidos callados y ojeras abultadas llenando cada vagón...

Y por encima de todo, la propaganda. Contaminando el ya de por si limitado campo visual, inundando con su omnipresencia cada rincón de andenes, escaleras y trenes. Anuncios de todos tipos, formas y colores dispuestos para saturar los sentidos y nublar la mente de lxs ya de por sí saturadxs pasajerxs. Compra esto, Visita aquello, Vota tal, Hazte Mosso. A base de intentar captar nuestra atención de todas las maneras posibles, tentándonos y atrayéndonos mediante el uso de los estímulos más básicos, lxs publicistas al servicio corporativo tan sólo han conseguido que perdamos la capacidad de impresionarnos. ¿Nos habremos vuelto impermeables, ciegos y sordos hasta el límite de que no nos es posible admitir un mensaje o slogan más en nuestras cabezas?

Llegadxs a este punto, nos damos cuenta de que los métodos tradicionales de la propaganda indirecta (desde el panfleto a la pegatina, del periódico al graffiti) utilizados por la gran mayoría de movimientos e iniciativas sociales con pretensiones transformardoras, hace tiempo que perdieron su eficacia. En algunas ocasiones resulta imposible, incluso, distinguir la propaganda comercial de la política o social (al fin y al cabo, ambas resultan tener la misma finalidad de vendernos la moto), tal es el aparente estado de saturación general a estas alturas.

Así pues, ¿No deberíamos reconsiderar las estrategias hasta ahora utilizadas con el objetivo de incidir en los ámbitos que nos rodean? ¿No podríamos dejar de concentrar nuestros esfuerzos, quizá, en el uso y abuso de métodos ya obsoletos cómo son el bombardeo propagandístico visual y sensitivo? Personalmente, en el caso concreto de la Saltada Popular, hemos de admitir que un sólo salto por encima de una valla (o una apertura de puertas masiva e incontrolada) provoca muchas más reacciones positivas, remueve más conciencias e induce a más gente a no viajar sin billete que todos los textos, pegatinas y manifestos que hemos editado hasta la fecha. Pues vale más una acción, sincera y directa, que mil fanzines escritos sobre papel mojado.

Salud, DIY & escupid al alcalde,

Siempre.

Saltada Popular.